Tecnofilia

 

Tecnofilia. Con este tan llamativo como tan poco afortunado neologismo se define una nueva adicción psicológica consistente en el uso y dependencia obsesiva de las nuevas tecnologías y su uso. En casos de tecnofilia, chats, telefonía inteligente o redes sociales, de formas de información, comunicación y relación social, pasan a convertirse en peligrosas herramientas adictivas capaces de transformar y anular la personalidad del individuo.

Según un estudio financiado por la Unión Europea y realizado en siete países de nuestro etorno por la Fundación Protégeles, un 1,5% de los jóvenes españoles entre 14 y 17 años son ya adictos a la Red. En al ámbito español, el estudio cifra en un 27,8% los adolescente españoles que utilizan de forma abusiva las redes sociales hasta tal punto de ver modificados sus conductas sociales y personales.

El perfil del tecnófilo-dependiente es el de adolescente en proceso de maduración, hipersensible, que no acepta su imagen corporal, inseguro, carente de habilidades sociales, tendentes al aislamiento, de ambiente familiar no propicio para su maduración y que recurren a las nuevas tecnologías como vía de escapa a mundo en el que no son capaces de integrarse porque, creen, no les acepta como son. Del mismo modo que sucede con otros tipos de conductas adictivas, la tecnofilia cursa con signos propios de comportamientos psicicopáticos como agresividad, tendencia al aislamiento social, síndrome de abstinencia, dependencia, aislamiento social o fracaso escolar.

Enrique Echeburua, catedrático de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco en las "VI Jornadas sobre Adolescentes, Dependencias y Nuevos Medios de Comunicación", organizadas por la Asociación Proyecto Hombre con la colaboración de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, afirmaba, refiriéndose a este tipo de conductas: 

Se trata de conductas repetitivas que resultan placenteras en las primeras fases, pero que después no pueden ser controladas por el individuo. Es habitual que este tipo de adicciones (sin drogas) psicológicas se combinen con una o varias adicciones a sustancias químicas"

Pero coinciden los expertos en que no son las tecnologías en sí las causantes de la adicción, sino que la tecnofilia, en numerosos casos, se corresponde con la necesidad del tecnodependiente de buscar refugio ante problemas previos (no aceptación, inadaptación, baja autoestima...), Así lo señala Bertoméu Catalán, presidente de Proyecto Hombre:

Bajo el comportamiento adictivo normalmente subyacen problemas más profundos a los que hay que dar respuesta

El papel de las familias y la escuela para evitar el riesgo de tecnofilia  es fundamental. El entorno familiar y el educativo tienen la obligación de concienciar en el uso equilibrado y responsable de TIC y Redes sociales, si bien antes será necesario dar respuesta a los problemas que originan el problema restablecido la autoestima del afectado, restituyendo su confianza en la propia imagen, devolviendo las ganas de dejar de mirar la pantalla y levantar sus ojos para ver, sencillamente, lo que tienen a su alrededor...